jueves, 4 de junio de 2009

Convocatoria Maestría en Integración Educativa

Universidad Pedagógica Nacional
(UPN 042)
Ciudad del Carmen, Campeche, México

Convocatoria Maestría en Pedagogía y Práctica Docente

Universidad Pedagógica Nacional
(UPN 042)
Ciudad del Carmen, Campeche, México

Las tres "R´s": Recicla, Reusa, Reduce.

¿Por qué es importante el estudio de las teorías del aprendizaje? (Parte 1)

El presente ensayo corresponde a uno de los requerimientos de la asignatura de la Maestría en Pedagogía Práctica Docente “Teorías del Aprendizaje” impartida en la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 042. En el se elucidarán diferentes definiciones de “Teoría del aprendizaje”, comenzando por la definición de “teoría” y “aprendizaje” para después concluir con una definición completa de “teoría del aprendizaje” y de esta manera entender la importancia de su estudio. Asimismo se dará un bosquejo general de las tres teorías del aprendizaje más representativas como lo son las teorías conductuales, las teorías cognitivas y la teoría humanista, así como breves conclusiones de cada una de ellas. También se han incluido cuadros comparativos a fin de tener un mayor entendimiento de sus semejanzas y diferencias. Por último se presentan conclusiones finales de lo aprendido y reflexionado durante el análisis de dichas teorías.

Teoría
Para que podamos comprender la importancia de estudiar las “Teorías del aprendizaje” debemos comenzar por su definición. Para definir este concepto, partiremos primero del análisis de los términos que lo constituyen: “teoría” y “aprendizaje”.
De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española, en términos generales, teoría es: Un conjunto de hipótesis cuyas consecuencias se aplican a toda una ciencia o parte muy importante de ella.[1]
Aunque existen muchos autores que definen el concepto teoría, por razones de estudio optaremos por la definición de Moore al concluir que teoría en su sentido científico estricto puede entenderse mejor como un “intento” de dar cuenta de un conjunto de hipótesis o leyes de la naturaleza subsumiéndolas en una explicación más general, en un sentido más simple, es el intento de dar una “explicación” general de algo que sucede en el mundo.
[2]

Aprendizaje
En relación a la definición de aprendizaje existe una variedad de autores que la puntualizan. Para Rafael Ángel Pérez, aprendizaje es un proceso por medio del cual la persona se apropia del conocimiento, en sus distintas dimensiones: conceptos, procedimientos, actitudes y valores[3].
Margarita Méndez González la define como "Todo aquel conocimiento que se va adquiriendo a través de las experiencias de la vida cotidiana, en la cual el alumno se apropia de los conocimientos que cree convenientes para su aprendizaje" (idem2)
Una definición más precisa es la que comparte Isabel García Gómez al indicar que aprendizaje es un Proceso a través del cual se adquieren habilidades, destrezas, conocimientos... como resultado de la experiencia, la instrucción o la observación.
[4]
En función de estas definiciones entonces, ¿Qué es una teoría del aprendizaje?

Definición de Teoría del Aprendizaje
Existe una gran variedad de referencias que nos ofrecen descripciones claras sobre la definición de Teoría del aprendizaje. Una de ellas nos expone que es un constructo que “explica y predice” cómo aprende el ser humano, (…) contribuyen al conocimiento y proporcionan fundamentos explicativos desde diferentes enfoques, y en distintos aspectos.
[5]
Otra argumenta que las teorías del aprendizaje describen la manera en que los teóricos creen que las personas aprenden nuevas ideas y conceptos. (…) explican la relación entre la información que ya nosotros tenemos y la nueva información que estamos tratando de aprender.
[6]
Como podemos observar estas acepciones implican conceptos de las dos primeras -teoría y aprendizaje-: “explicación”, “conocimiento”, “forma”, “experiencia”, etc En función de estas definiciones, podemos ahora construir una concepción propia y exponer por qué es importante el estudio de las teorías del aprendizaje.
Importancia del estudio de las Teorías del Aprendizaje.
Indudablemente, una de las actividades más importantes y trascendentales que compartimos los seres humanos es la tarea de enseñar. Quienes nos dedicamos a la noble tarea de hacerlo –al interior de un Sistema Educativo Nacional- nos preguntamos constantemente qué queremos para nuestros alumnos, qué necesitamos enseñarles, qué deben nuestros estudiantes aprender. En este devenir de cuestionamientos surge la inquietud que siempre ha imperado en nuestra labor docente ¿Cómo aprenden nuestros alumnos? ¿Cómo puedo, como guía, facilitarles el aprendizaje? Estas y otras preguntas nos conducen a consultar a los grandes teóricos y pedagogos de la historia, quienes nos han proporcionado teorías del aprendizaje. Estas teorías no son más que explicaciones de las formas de cómo los educandos “aprehenden”- con h- el conocimiento; es decir, cómo hacen suyas las enseñanzas que nosotros impartimos en un salón de clases y las que en su contexto inmediato experimentan.
Si bien es cierto que todas estas teorías, sean antiguas -Disciplina mental, Desenvolvimiento natural y Apercepción- o contemporáneas -Asociación, Condicionamiento, Introspección, por mencionar algunas-
[7] ofrecen argumentos válidos al describir cómo aprenden los alumnos y al explicar cómo deberíamos enseñarles; es menester comprender que, siendo el individuo tan complejo, no podríamos determinar cual de todas las teorías es la más adecuada o correcta de aplicar en un salón de clases donde encontramos un grupo tan diverso integrado por individuos los cuales su naturaleza del aprendizaje (aquello que tiene lugar no “dentro” de nosotros mismos, si no en los “espacios momentáneos” de relaciones que ocurren entre nosotros mismos y el otro, o lo que es lo otro en nuestro ambiente; Shotter, 1997[8]); es como tal distinta. Por lo tanto y desde ahora reconocemos que no debemos adoptar en nuestro trabajo docente una sola teoría sino retomar de todas y cada una de ellas lo que mejor se acomode a la manera en que nuestros alumnos poseen diversos conocimientos. Finalmente, enfatizaremos la importancia del estudio de la teoría de los aprendizajes puntualizando que siendo la labor docente -al interior del aula- tan mecánica, en donde la rutina nos remite cumplir con un Programa de Estudios que obedece a un curriculum creado por determinada Institución educativa, de los cuales sus propósitos y objetivos no siempre son susceptibles de ser evaluados –situación que por el momento no nos compete elucidar-, los actores educativos, responsables del aprendizaje de los alumnos, nos olvidamos con frecuencia de ejecutar estrategias –fundamentadas científicamente- que logren que nuestros educandos realmente aprendan y adquieran el conocimiento de la manera mas factible.
Para terminar y extender la reflexión sobre la importancia del estudio de las teorías del aprendizaje, concluyo el presente ensayo con estas interrogantes: Como profesor, ¿cómo contribuyo en el aprendizaje de mis alumnos? ¿Estoy logrando que ellos aprendan? ¿He puesto a prueba -desde mi praxis educativa- alguna teoría del aprendizaje? ¿Cuáles? ¿Me detengo a comprobar si estas son aplicables o solo cumplo con un programa académico? Insoslayablemente, la construcción de respuestas a estas preguntas conlleva a que pensemos en realizar investigación educativa en el aula con la única finalidad de brindar lo que actualmente es imprescindible: una educación de calidad.

[1] www.wordreference.com. Definición.
[2] Moore, T. W. Introducción a la teoría de la educación. Alianza (1998) Pág. 15.
[3] www.psicopedagogía.com. Definición de aprendizaje.
[4] Aguilera, Antonio; García, Isabel y otros. Introducción a las Dificultades del Aprendizaje. MC Graw-Hill. 2003. Pág.338.
[7] Bigge, Morris L. Teorías de aprendizaje para maestros. Trillas (1998) Pág. 24
[8] www.learndev.org

martes, 19 de mayo de 2009



Yo explico, pero ellos... ¿aprenden?

Actuación o autenticidad Docente (Reflexión)

Cuando estudiaba la Licenciatura en Pedagogía a menudo escuchaba a mi profesor de Laboratorio Docente que los maestros debíamos actuar frente a los alumnos. En ese entonces yo me cuestionaba ¿Cómo debo actuar? ¿Como “buena” o “mala maestra”?
Cuando fue mi turno de participar dando una clase frente al profesor y frente a una cámara, me di cuenta que, aunque adopté cierta formalidad y cierta postura, realmente no logré “actuar” como el maestro hubiera querido otorgándome una insatisfactoria calificación de 9.
En otro momento, otra compañera fungió como maestra de primaria, dio una clase actuando de una manera rígida, estricta, con voz imponente, humillante y nada simpática. Cuando la observé pensé: "¿Cómo puede actuar así? ¡¡Pobres niños!! se van a traumar” y paralelamente advertí que seguramente el maestro le regañaría por semejante actuación, pero cual fue mi sorpresa que el maestro la puso por ejemplo delante de todos y dijo “así se debe de actuar”.

Cuando tuve la gran oportunidad de ser maestra de primaria, recordaba a mi compañera y pensaba: "Yo no actuaré así pues, ¿dónde esta la pedagogía de Pestallozi? A caso 'el amor' ¿no es la mejor forma de educar a los niños?" Sin embargo, pasé de ser una maestra dulce a una maestra estricta y es que desafortunadamente mi “dulzura” no se acoplaba a las características de mi grupo, -2do año de primaria- pues éste era indisciplinado y poco dispuesto a trabajar y aunque al principio tuve que actuar siendo “estricta” pronto me di cuenta que realmente era una estrategia para disciplinar a mi grupo y que no por eso debía tomar actitudes humillantes o arbitrarias.

Por otro lado, cuando tuve a mi cargo a un grupo de 1ro. de Secundaria, dando la clase de Geografía realmente traté de comportarme como “buena onda” pero desafortunadamente las características del grupo me orillaron a ser un “ogro” pues era un grupo totalmente indisciplinado, irresponsable y desmotivado; y por si fuera poco con padres de familia totalmente desinteresados. Pero ser “ogro” tampoco me funcionó del todo pues muy difícilmente lograba que el grupo cumpliera con sus tareas, participara y/o estuviera motivado para aprender de mi asignatura. Así que, desesperada por “hacer aprender” a mis alumnos pronto mis clases comenzaban o concluían con “sermones” que iban desde consejos personales y familiares hasta de hábitos de estudio. Luego me propuse hacer mi clase más “dinámica” y adopté diversos juegos que aunque terminé con la garganta desgarrada y físicamente cansada finalmente logré que mis alumnos memorizaran los estados y capitales de México que fue de mis últimos objetivos para finalizar el curso.

Ante estas experiencias como maestra –por mencionar algunas- me cuestiono, ¿cuál ha sido mi mejor actuación?, ¿cómo me he estado proyectando ante mis alumnos?, mi actuar ¿debe depender de las características del grupo? ¿No sería más conveniente estar dentro de una sola línea de actuación? O bien, no sería mejor ser “yo” en el salón de clases a fin de que exista congruencia en lo que soy y lo que proyecto en el salón de clases?
Para dar respuesta a éstas interrogantes debo responder primero: ¿Quién soy? ¿La amiga, catedrática, guía, orientadora o flageladora de mis alumnos?
En definitiva, considero que sería más cómodo y placentero para los maestros ser totalmente "originales" con nuestros alumnos. Rogers sostiene que para hacer que nuestros alumnos sean más participativos e interesados en nuestro salón de clases debemos cumplir con cuatro condiciones:

-Ser auténticos.
-Respetar a nuestros alumnos.
-Comprender lo que significa para el alumno la experiencia vivida en clase.
-Ser empáticos.

Pero, ¿cómo no caer en excesos? ¿Como ser auténticos sin descuidar la autoridad que requiere la imposición de la disciplina, aspecto sumamente relevante para fomentar el respeto, orden y valores? ¿Cómo cumplir las cuatro condiciones de Rogers cuando lo que queremos es acabar pronto con nuestro temario porque nuestro principal objetivo es cumplir con lo que el Director quiere o los padres de familia exigen?
Sin duda, este objetivo nos impide un sin número de cosas y nos hace actuar de manera arbitraria pero, ¿cómo lograr ese equilibrio si cualquiera que sea nuestra actuación, para algunos seremos ángeles y para otros tiranos?
Parece difícil pero no imposible. Si nos enfocamos a que alumnos y maestros somos los protagonistas del proceso enseñanza aprendizaje, convendría entonces hacer -ocasionalmente- caso omiso a las exigencias caprichosas de nuestros directivos y padres de familia y obedecer al logro de una educación integral de nuestros alumnos. Con esto no quiero decir que debemos ser rebeldes y no cumplir con las peticiones de nuestro director y de padres de familia –después de todo tanto ellos como nosotros estamos inmersos en la educación de nuestros alumnos- en todo caso, sería necesario platicar con ellos y demostrarles con pruebas fehacientes -apoyadas teóricamente o de acuerdo a nuestra experiencia- que nuestra actuación generalmente repercute más, que una excelente planeación de estrategias didácticas. En realidad, lo relevante es la ejecución de ellas y por lo tanto nuestra actuación, nuestro “ser” es determinante.

Supongamos que he planificado como estrategia iniciar con una dinámica grupal donde lo primordial sea la comunicación y el juego, pero ¿cuál sería su efecto si mi actuación docente refleja seriedad y sarcasmo? ¿Qué lograría si durante la ejecución no considero si mis alumnos comprenden la experiencia? Insoslayablemente el resultado seria desastroso, produciríamos un ambiente de total insatisfacción.

Por ende es importante que seamos congruentes con lo que somos y con la forma en que nos proyectamos con nuestros alumnos. Ellos nos lo agradecerán porque habrán aprendido más y mejor -¿Quién no agradece la empatía y la comprensión, el actuar “humano” de un profesor?- y nosotros también nos lo “auto agradeceremos” porque sin haber adoptado falsas actuaciones veremos en ellos nuestras metas alcanzadas.

lunes, 11 de mayo de 2009


El mal del siglo XXI: Un amor mal entendido.

Como profesora de segundo grado de Primaria, con la mínima cantidad de 11 niños por alumnos, de los cuales dos de ellos valen por 10 más, he vivenciado con ellos situaciones que no cambiaría por nada del mundo (para más detalles solicitar anexos: diarios, confesionarios, reportes, etc.)

Y es que es lamentable "ver" como se les quiere a los niños de hoy. Evidentemente, los avances tecnológicos, la eminente necesidad de trabajar, ya no solamente el padre si no la madre (vease mujer moderna), estan produciendo niños resentidos y "frios".
Desafortunadamente esto ocurre en cualquier status social, no solo los niños con bajos recursos económicos son víctimas, también los de la "alta", siendo estos mñas dañados que los primeros.

Que difícil es cubrir, como maestra, carencias afectivas, y no porque no seas capaz de brindar amor, sino porque realmente te sacude el corazón escuchar a los niños decir "mis papas nunca están conmigo, yo estoy con mi abuela en las tardes" "mis padres se divorciaron y extraño mucho a mi papá" "mi mamá me golpea" "mis padres prefieren a mi hermana la menor"... ¿Cómo puede uno como maestra cubrir todo esto? estar seis horas con ellos no es suficiente para hacerles entender que no estan solos y que los problemas de sus padres no son problemas de ellos.

Los padres y madres de "hoy" creen que con darle todo a sus hijos, estan cumpliendo correctamente con la responsabilidad de ser papá/mamá. Sin embargo, casi nunca están con ellos, o lo que es peor, hacen de sus hijos personitas caprichosas y berrinchudas, mimados e intransigentes sin inculcarles el valor de la vida, ni el respeto a los demás. Lo único que logran con esto es que sus demás compañeros les rechacen, les excluyan y como consecuencia, el pequeño o pequeña se sienta solos y con una autoestima baja.

Si bien es cierto que aún no tengo la "fortuna" de ser madre, diariamente convivo con 11 niños por los que indebidamente siento que son mis hijos, y créanme "papas" que he llegado a conocer mejor a sus hijos (as) que ustedes mismos: Señor, Señora, el problema no es el niño (a), el problema no es el compañerito de a lado, no es su hijo (a) quien necesita el psicólogo, lo necesita usted!

Le ruego que:

No quiera a su hijo(a) comprándole todo lo que le pide.
No demuestre amor al niño aparentando un matrimonio ejemplar, no oculte que papá no llega a casa porque ya ha encontrado a otra pareja (expliquele al niño(a) la situación, aunque son muy pequeños, los niños todo comprenden).
No se deje agobiar por el trabajo, nada es más importante que su pequeño (a).
No descargue su ira con el (ella) sea usted mismo (a) quien afronte, de la mejor manera sus propios problemas.
No le golpee sin antes haberle explicado la consecuencia de sus actos.
No anteponga al padre como figura principal. Acuerde con su esposo que los dos tienen autoridad sobre su hijo (a).


En resumen, no le brinde a su hijo un amor mal entendido, sea firme en sus deciones, tajante en sus imposiciones pero también muestre flexibilidad en el momento oportuno. Dele a su hijo (a) un amor que le permita afrontar la vida con valentía en la que el pueda resolver sus propios problemas, fomentele los principales valores, haga de su hijo (a) un niño querido y aceptado por la sociedad (amigos, familiares,vecinos, conocidos, maestros, etc.,)

No produzcamos niños resentidos con carencias de amor y afecto, formemos niños felices !!

"Estos son malos tiempos, los hijos h.an dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros"
Marco Tulio Cicerón.

"No le evitéis a nuestros hijos las dificultades de la vida, enseñadles más bien a superarlas". Louis Pasteur.

Humor




domingo, 10 de mayo de 2009

Bienvenida

Este blog ha sido creado a fin de publicar algunas reflexiones y/o ensayos sobre educación, así como para compartir experiencias docentes y proporcionar material de ayuda para estudiantes, maestros, tutores,directivos y por supuesto, padres de familia.

El fenómeno educativo es muy complejo por lo cual, los artículos, videos o imágenes que se visualicen en este blog comprenderán diversas situaciones no limitadas al interior de un salón de clases, sino también desde una dimensión local, nacional o internacional.

Bibliografía

  • Boris, Tristá Introducción a la administración académica. Universidad Autónomo Metropolitana.
  • Enciclopedia General de la Educación Ediotrial Océnao, Barcelona España 1999
  • Giné, A. Parcerisa. Planificación y análisis de la práctica educativa. Edit. Grao, 2003
  • Schmelkes, Sylvia. Hacia una mejor calidad de las escuelas.
  • Senge, Peter. Escuelas que aprenden. Grupo Edit. Norma, Bogotá 2002