lunes, 11 de mayo de 2009


El mal del siglo XXI: Un amor mal entendido.

Como profesora de segundo grado de Primaria, con la mínima cantidad de 11 niños por alumnos, de los cuales dos de ellos valen por 10 más, he vivenciado con ellos situaciones que no cambiaría por nada del mundo (para más detalles solicitar anexos: diarios, confesionarios, reportes, etc.)

Y es que es lamentable "ver" como se les quiere a los niños de hoy. Evidentemente, los avances tecnológicos, la eminente necesidad de trabajar, ya no solamente el padre si no la madre (vease mujer moderna), estan produciendo niños resentidos y "frios".
Desafortunadamente esto ocurre en cualquier status social, no solo los niños con bajos recursos económicos son víctimas, también los de la "alta", siendo estos mñas dañados que los primeros.

Que difícil es cubrir, como maestra, carencias afectivas, y no porque no seas capaz de brindar amor, sino porque realmente te sacude el corazón escuchar a los niños decir "mis papas nunca están conmigo, yo estoy con mi abuela en las tardes" "mis padres se divorciaron y extraño mucho a mi papá" "mi mamá me golpea" "mis padres prefieren a mi hermana la menor"... ¿Cómo puede uno como maestra cubrir todo esto? estar seis horas con ellos no es suficiente para hacerles entender que no estan solos y que los problemas de sus padres no son problemas de ellos.

Los padres y madres de "hoy" creen que con darle todo a sus hijos, estan cumpliendo correctamente con la responsabilidad de ser papá/mamá. Sin embargo, casi nunca están con ellos, o lo que es peor, hacen de sus hijos personitas caprichosas y berrinchudas, mimados e intransigentes sin inculcarles el valor de la vida, ni el respeto a los demás. Lo único que logran con esto es que sus demás compañeros les rechacen, les excluyan y como consecuencia, el pequeño o pequeña se sienta solos y con una autoestima baja.

Si bien es cierto que aún no tengo la "fortuna" de ser madre, diariamente convivo con 11 niños por los que indebidamente siento que son mis hijos, y créanme "papas" que he llegado a conocer mejor a sus hijos (as) que ustedes mismos: Señor, Señora, el problema no es el niño (a), el problema no es el compañerito de a lado, no es su hijo (a) quien necesita el psicólogo, lo necesita usted!

Le ruego que:

No quiera a su hijo(a) comprándole todo lo que le pide.
No demuestre amor al niño aparentando un matrimonio ejemplar, no oculte que papá no llega a casa porque ya ha encontrado a otra pareja (expliquele al niño(a) la situación, aunque son muy pequeños, los niños todo comprenden).
No se deje agobiar por el trabajo, nada es más importante que su pequeño (a).
No descargue su ira con el (ella) sea usted mismo (a) quien afronte, de la mejor manera sus propios problemas.
No le golpee sin antes haberle explicado la consecuencia de sus actos.
No anteponga al padre como figura principal. Acuerde con su esposo que los dos tienen autoridad sobre su hijo (a).


En resumen, no le brinde a su hijo un amor mal entendido, sea firme en sus deciones, tajante en sus imposiciones pero también muestre flexibilidad en el momento oportuno. Dele a su hijo (a) un amor que le permita afrontar la vida con valentía en la que el pueda resolver sus propios problemas, fomentele los principales valores, haga de su hijo (a) un niño querido y aceptado por la sociedad (amigos, familiares,vecinos, conocidos, maestros, etc.,)

No produzcamos niños resentidos con carencias de amor y afecto, formemos niños felices !!

"Estos son malos tiempos, los hijos h.an dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros"
Marco Tulio Cicerón.

"No le evitéis a nuestros hijos las dificultades de la vida, enseñadles más bien a superarlas". Louis Pasteur.

Humor




Bibliografía

  • Boris, Tristá Introducción a la administración académica. Universidad Autónomo Metropolitana.
  • Enciclopedia General de la Educación Ediotrial Océnao, Barcelona España 1999
  • Giné, A. Parcerisa. Planificación y análisis de la práctica educativa. Edit. Grao, 2003
  • Schmelkes, Sylvia. Hacia una mejor calidad de las escuelas.
  • Senge, Peter. Escuelas que aprenden. Grupo Edit. Norma, Bogotá 2002